lunes, 23 de abril de 2018

Identificando mi imagen.

1-. Yo me veo como el número 21. Todo el mundo se debería sentir único, con sus defectos y virtudes. Intentar destacar entre los demás. ¿Para qué quiero ser perfecta si puedo ser diferente y feliz?

2-. Mis padres creo que me ven como el número 29 y 6. El número 29 por ser cercana a mi familia, y tener muy buena relación con ellos, y el número 6 por ser una persona muy indecisa a la hora de tomar mis propias decisiones.

3-. Creo que suelo actuar como el número 9. Me considero así porque soy una persona muy resolutiva, es decir que soy capad de decidir o resolver asuntos rápidamente.

4-. Mis compañeros creo que me ven como el número 4. Soy una pieza más en su rompecabezas, capaz de encontrar la pieza que encaja ayudando en todo momento, uniéndolo al número 10, siendo una persona amiga de mis amigos y compañera siempre que sea recíproco.

5-. Creo y espero que mis profesores me vean como el número 26. Siendo la escalera el recorrido de mi vida pudiendo llegar a los más alto poco a poco, subiendo todos los días unos pocos peldaños, con el aprendizaje adquirido en el instituto y logrando mis propias metas.

6-. Me gustaría que me vieran como el número 23. Viéndome capaz de ayudar a las personas más necesitadas y haciendo del mundo un lugar mejor.

7-. No me gustaría que me vieran como el número 28 ya que no hay nadie superior a otos. Cada uno es como es y tiene que ser aceptado por eso. Todos tenemos el mismo derecho a ser respetados y ser valorados de la misma manera.

8-. Creo que la mayoría de chicos y chicas de mi edad suelen actuar como el número 11. Muchas veces llegando a descuidar estudios, relaciones familiares, amigos... Deberíamos saber compaginar ambas cosas.

9-. Las personas mayores en mi opinión suelen actuar como el número 18 ya que a su espalda llevan todas sus preocupaciones. Las más importantes son sus hijos y seres queridos. Todo esto comentado dese mi puto de vista ya que todos los días veo a mis padres preocupándose por mi futuro, salud, felicidad...



Mi propia imagen.

Adorable, burlona, cabezota, celosa, desconfiada, elegante, franca, grosera, holgazana, ilusa, juiciosa, lenta, melodramática, natural, ñoña, original, polémica, quejica, risueña, soñadora, tozuda, única, valiente, zoquete, cualquiera diría que estoy hablando sobre mi. Increíblemente distinta a lo que os pensáis que soy. Si fuera otra persona conocerme seria como tirarse a un a piscina sin agua y de cabeza. Distinta a los demás. ¿Me gustaría cambiar?, ¿Parecerme a alguien?, ¿Soy aceptada en la sociedad?, ¿No soy aceptada?. Cada uno es como es, con sus defectos y virtudes, es verdad que muchas veces me gustaría cambiar muchas cosas, pero si todo eso cambia no sería yo. Doy mi propia imagen, me conocen como soy. Soy ¨La regla del 33%¨, a un 33% les gusto, a un 33% no les gusto, y a un 33% les doy igual. No busco ser aceptada en la sociedad, simplemente trato de ser yo misma. He ido aprendiendo a lo largo de mi vida por experiencias a ser mejor persona. Acepto criticas, consejos, opiniones pero nunca me dejo ni me dejaré influenciar por ellas pero si intento modificar algunas. Centrándome en ese 33% de personas a las que les gusto me gustaría apuntar algunos comentarios recibidos tras haber hecho un pequeño estudio: les gusta la manera en la que ayudo a las personas, la manera tan honesta de rectificar algo que he hecho mal. Quiero finalizar diciendo que soy la persona mas imperfecta del mundo, y no soy fácil de entender. El estándar de perfección es todo lo contrario a mi , pero gracias a eso y a la gente que me rodean soy la persona mas feliz del mundo. ¿Para qué quiero ser perfecta, si puedo ser diferente y feliz?

Mi motivación.


¨Tu puedes con todo, te quiero¨.

Un día antes de los exámenes finales recibí un ramo de flores con una foto y una carta. Abrí la carta y ahí estaba mi frase, una frase que aumentó mi motivación, que me conmovió. No hay nada mas bonito que recibir apoyo externo con frases motivadoras como estas. No todas las veces se necesitan frases o palabras para motivar, muchas veces los detalles marcan la gran diferencia. Son frases tan simples y se ven tantas veces a lo largo de los días que terminan siendo repetitivas, dejan de tener ese sentido motivador, pero nunca tienes que verlo así, se tienen que ver desde una perspectiva íntima. Esta es mi motivación diaria.

miércoles, 18 de abril de 2018

Vivir con propósitos.


                                       

PASIÓN: ayudar, hacer feliz a la gente que me rodea, mi propia felicidad y alcanzar mis propósitos/metas.
 ¨ Dedícate a tu pasión y serás feliz¨.  

MISIÓN: disfrutar conmigo misma, con los demás y agradecer. Para hablar de misión tengo que enfocarla de dos maneras; como estudiante y como ser humano. Como estudiante mi misión es el aprendizaje y como ser humano enriquecer mi personalidad.

PROFESIÓN: educador social


VOCACIÓN: ayudar a los demás.
LO QUE AMO HACER: lo que amo hacer va relacionado con el punto de cuál es mi pasión, básicamente, soy feliz haciendo feliz a la gente que me quiere, y así sentirme auto-realizada, me siento bien conmigo misma.

EN LO QUE SOY BUENO: ayudando, dando consejos.


LO QUE EL MUNDO NECESITA: violencia cero, mas humildad, hostilidad, generosidad y vulnerabilidad.

POR LO QUE GANARÉ
 DINERO: ayudar, por hacer del mundo un lugar mejor y por ser afectuosa.



martes, 10 de abril de 2018

Mi motivación como estudiante.



En relación a mi motivación con los estudios se puede decir que es intrínseca por cuanto no espero a corto plazo una compensación por el aprendizaje, salvo el adquirir conocimientos. Por lo que se refiere al aprendizaje se puede decir que como principal está el adquirir conocimientos útiles para con los demás, poder ayudar y contribuir con mis conocimientos a mejorar el entorno.  Mi motivación con los estudios nada tienen que ver con obtener un reconocimiento social, si que intento evitar el fracaso pero no tengo por principal meta el tipo de valoración de los demás. Por lo que se refiere al resultado, si persigo una calificación cuando menos que se corresponda con el esfuerzo realizado, aunque no son importantes ni las recompensas ni el reconocimiento, y aunque hay presión intento no amilanarme por ella.